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El nombre

Desde los tiempos más primitivos, el individuo ha utilizado un nombre para distinguirse de sus semejantes. En algunas culturas, este nombre se otorgaba al individuo atendiendo a algunas de sus características físicas o espirituales, ya que no se imponía a la hora del nacimiento sino cuando el personaje comenzaba a madurar o man ifestaba alguna predisposición o habilidad. No era por tanto un nombre estable y podía variar a lo largo de la vida. Conforme las sociedades empiezan a evolucionar culturalmente, el nombre va a ir respondiendo más a un deseo que a una realidad, se impone al niño un nombre de contenido simbólico con el deseo de que su significado sirva de modelo o inspiración al así bautizado. En el mundo bíblico vemos como esta elección se hace ya antes del nacimiento. El nombre del individuo en los tiempos más primitivos es absolutamente original. Sólo cuando las generaciones se van sucediendo se va ir haciendo obligado el repetir esos nombres, esta imposición del nombre personal, al que los cristianos llamamos nombre de pila, va a ser muy importante a la hora de conocer las mentalidades de cada época e incluso las distintas estructuras familiares.

La simbología del escudo

Todas las figuras heráldicas del escudo están cargadas de una profunda simbología. en toda figura hay dos elementos, el natural o el significado que dicha figura tiene en el mundo real y el fantástico o valor que representaba en la mentalidad de los hombres que hicieron posible el desarrollo de la heráldica. El elemento natural viene perfectamente definida en las leyes de la zoología, la botánica o las ciencias naturales. La simbología fantástica ha ido variando según los mitos y creencias de los hombres. Al valor simbólico de cada figura se debe añadir aquel que comporta la posición o atributos con que se representa. En principio toda figura tiene un aspecto positivo y uno negativo: No es lo mismo un león dibujado alzado en posición amenazadora, o rampante, que si lo dibujamos acostado, herido o mutilado. Esto no significa que el portador de dicho blasón se sirva del león en el primer de los casos para ensalzar su linaje y en el segundo para infamarlo. Sino que unas veces utilizará dicha figura heráldica en un aspecto activo, asimila su coraje o dignidad de su estirpe a un león, otras lo realiza en un aspecto pasivo, pues tan importante ha sido su estirpe que ha derrotado leones, de ahí que se sirva de ellos como un trofeo de caza que se exhibe orgullosamente; lo mismo se puede decir de cualquier otra figura con sus matizaciones. También hay que añadir la simbología propia que supone el número de unidades en que aparece representada dicha figura. Hay una simbología importante en los números. Las cifras desempeñaron un papel considerable en la Biblia y además los hombres de la Edad Media estaban muy influenciados por los tratados de Geometría y Aritmética que formaban parte de las enseñanzas básicas del momento.

El Escudo

El Escudo de Armas como hoy lo entendemos nace en el siglo XII. En los primeros escudos aparecían figuras toscamente gravadas, como símbolos de quienes las empleaban, que en los principios del siglo XII eran de exclusiva posesión de los guerreros. A Partir de la segunda mitad del siglo XII se empiezan a apreciar las armerías hereditarias fundamentalmente en Francia. Su origen fue en un principio un signo de exclusiva distinción militar, su uso se va extendiendo a la familia y su aplicación se amplía. Su evolución se inclina hacia un símbolo de distinción de la familia o del linaje. El escudo español tiene unas características determinadas. No obstante pueden encontrarse escudos de armas españoles con características francesas o inglesas, esto es debido a la influencia que en un momento dado hubo de unas heráldicas a otras o porque el titular de ese escudo es de origen no español y trae el escudo de armas consigo. 1 Apuntado 2 Español o ibérico 3 Francés 4 Piel de toro o casulla.

Los apellidos

Según la Rae apellido es el nombre de familia con el que se distinguen las personas. La función del apellido es la de servir de complemento al nombre de pila para evitar confusiones. Uno de los recursos más antiguos ha sido el de algún apodo o mote. La fijación de los apellidos empieza con la difusión del uso de documentación legal y notarial a partir de la edad media. Su extesión se produce durante el siglo XI y XII. En el siglo XV ya se encuentran más o menos consolidados los apellidos hereditarios, sobretodo por la obligación de hacer constar en los libros parroquiales los nacimientos y las defunciones. Los sobrenombres que sirvieron para formar los actuales apellidos se pueden clasificar fundamentalmente en 6 categorías: 1. Patronímicos: Son los que se basan en el nombre del padre, como Antonio de Pedro o Juan Nicolás. Los abundantes apellidos terminados en "-ez" como Sánchez o Gutiérrez son procedentes del nombre del padre, Sancho y Gutier o Gutierre en este caso. 2. Toponímicos: Los lugares de dónde procedían los individuos, dónde vivían o de los que eran propietarios han sido siempre un formante importantísimo de apellidos. Hay muchos tipos de apellidos toponímicos como por ejemplo nombres comunes de edificios (Torres o Casas), nombres referentes al relieve o terreno (Sierra o Roca), de accidentes hidrográficos (Ribera o Ebro), referentes a la vegetación (Fresneda o Manzano), nombres de núcleos de población (Barrio o Villa), gentilicios nombres de países (Catalán o Almagro), etc. 3. Procedentes de oficios, cargos o títulos: Existen seis categorías: Cargos eclesiásticos (Cardenal), Títulos nobiliarios (Conde), cargos u ocupaciones relacionadas con el ejército o el funcionariado (Alférez), oficios derivados de la agricultura ganadería o pesca (Pastor), oficios diversos relacionados con la artesanía y el comercio (Herrero) y oficios y ocupaciones diversas (Caminero). 4. Procedentes de apodos: Es el procedimiento más antiguo que existe para distinguir a los individuos y todavía hoy está muy extendido el uso de los apodos, aunque más en las zonas rurales que en las urbanas. Se pueden clasificar de la siguiente manera-referentes a características físicas (Rubio), referentes a características morales (Alegre), referentes a animales (Borrego), referentes a plantas (Oliva), referentes a lazos de parentesco edad estado civil...(Casado), anécdotas circunstancias...(Capote). 5. Procedentes de aplicaciones onomásticas, consagraciones, bendiciones..: Estos apellidos proceden de nombres de nacimiento que los padres u otras personas le aplicaban al niño además del nombre cristiano de pila o como nombre único de bautismo. Tenemos tres categorías: De carácter afectivo o elogioso, relativos a consagraciones a Dios, bendiciones, buenos augurios etc..(Tierno). Referentes a circunstancias del nacimiento, a la legitimidad del nacimiento o a la paternidad desconocida (Bastardo). Referentes al mes de nacimiento (Abril).